From Tepito to Metro Balderas: Adventures with El Tri's "Simplemente"
During the summer in my teenage years, my schedule was wide open, and the day’s agenda was figured out in the morning, if at all. One of the rituals I enjoyed was the impromptu invitation to accompany my older friend Fer during his routes representing the Federal Electric Company, delivering receipts, and logging numbers in electric meters. I would quickly be dressed for the occasion, get a few coins for the transport, and head on a day’s adventure. While we did our job, when the meter was not easy to find or was blocked by a thick plant, we’d make up the number - this gave me my first glimpse at the imperfection of the adult world. What I enjoyed the most about these times was immersing myself deep in the guts of Mexico City. We’d walked in neighborhoods known for their danger, areas that didn't guarantee you would get out if you decided to go in. One of those areas was Tepito, a “hood” famous for the dealing of illegal substances and merchandise.
Later on, during college, I started to work as an “office boy” in an insurance company - I knew since then I should not work in such an industry, yet I did it - I wish I had trusted my gut. During that time, I was in charge of delivering paper contracts across the city; I would get all the papers in the morning and plan the day’s route, which included buses, peseros, metro, and walking. In one day, I’d touch all cardinal points, see all kinds of people, street vendors, office buildings, and construction sites. I saw it all. I even became familiar with some taco stands that would become my favorites; I can’t believe I never got sick.
These experiences made me feel that I owned the city and that the city owned me. During that time, the first album from El Tri came out. It was the very first break-through of an authentic Mexican rock band into mainstream rock. It felt as if it was written for me, a quintessential Mexico City street guy who understood the slang used in the lyrics and who loved rock and roll.
El Tri’s was founded by Alex Lora, its original name was “Three Souls in My Mind,” and they started way back in the early 70s as a protest underground band; at the time, rock music in Mexico was not widely broadcasted, and an industry-supporting local talent was non-existent. Despite these barriers, they gained a big following. In the 80s, they decided to change their name to “El Tri,” short for Three (how a Spanish speaker would pronounce Three.) The name change came as part of a breakthrough of Comrock, a record label that was capable of putting Mexican rock bands on the map. Their first album was “Simplemente.” The album is now a landmark of the era and contains some of their most iconic songs.
"Simplemente" was released in 1984. This album marked a significant point in the band's evolution, showcasing their blend of rock and blues with socially conscious lyrics. "Simplemente" features some of El Tri's most iconic tracks, including "Triste Canción," a lament about lost love, “San Juanico,” a protest song asking exposing the government’s lack of protection of its citizens, and many others. "Metro Balderas," originally written by Rockdrigo, the Mexican Bob Dylan, paints a vivid picture of life in Mexico City was my song - I had walked in and out of that Metro station innumerable times.The album captures the raw energy and rebellious spirit of El Tri, solidifying their status as pioneers in the Mexican rock scene.
El Tri has continued to represent Mexican rock around the world, earning its place to open for the Rolling Stones the first time they played in Mexico. With over 50 years of history, the band has not over 20 studio albums and innumerable classicals. To my surprise, some of their songs have become hymns for teenegers across generations in night clubs around the country. The pinnacle of the night is usually celebrated with “Las Piedras Rodando” or “ADO.”
Those summers and college days, spent traversing every corner of Mexico City, forged a relation between the City and I, and gave me the confidence to move in public transportation around the world. The rawness, the unpredictability, and the vibrant life I encountered on those streets mirrored the essence of El Tri's "Simplemente." Just like the album, those experiences were a blend of gritty reality and spirited rebellion. "Simplemente" was more than just music; it was part of the soundtrack to my youth. El Tri's powerful lyrics and bluesy sound resonated deeply as I navigated the bustling avenues and hidden alleys, the album's iconic tracks played in my mind, reminding me that amidst the chaos and challenges, there was always a song to be sung and a story to be told.
De Tepito a Metro Balderas: Aventuras con 'Simplemente' de El Tri
Durante los veranos en mis años de adolescencia, mi horario estaba indefinido, y la agenda del día se decidía en la mañana, si acaso. Uno de los rituales que disfrutaba era la invitación improvisada para acompañar a mi amigo mayor Fer durante sus rutas representando a la Comisión Federal de Electricidad, entregando recibos y registrando números en los medidores eléctricos. Me vestía rápidamente para la ocasión, conseguía unas pesos para el transporte y me dirigía a una aventura del día. Mientras hacíamos nuestro trabajo, cuando el medidor no era fácil de encontrar o estaba bloqueado por una planta, inventábamos el número; esto me dio mi primer vistazo a la imperfección del mundo adulto. Lo que más disfrutaba de esos momentos era sumergirme en las entrañas de la Ciudad de México. Caminábamos por barrios conocidos por su peligro, áreas que no garantizaban que saldrías si decidías entrar. Una de esas áreas era Tepito, un barrio famoso por el tráfico de sustancias y mercancías ilegales o “falluca.”
Más adelante, durante la universidad, comencé a trabajar como "office boy" en una compañía de seguros; sabía desde entonces que no debía trabajar en esa industria, pero lo hice; desearía haber confiado en mi intuición. Durante ese tiempo, estaba a cargo de entregar contratos por toda la ciudad; recogía todos los papeles en la mañana y planificaba la ruta del día, que incluía autobuses, peseros, metro y caminar. En un día, tocaba todos los puntos cardinales, veía todo tipo de personas, vendedores ambulantes, edificios de oficinas, sitios de construcción. Lo veía todo. Incluso me familiaricé con algunos puestos de tacos que se convertirían en mis favoritos; no puedo creer que nunca me enfermara.
Estas experiencias me hicieron sentir que yo pertenecía a la ciudad y que la ciudad me pertenecía a mí. Durante ese tiempo, salió el primer álbum de El Tri. Fue el primer gran éxito de una auténtica banda de rock mexicana en el mainstream. Sentía que estaba escrito para mí, un típico chavo de la calle de la Ciudad de México que entendía el lenguaje de “la banda” usado en las letras y que amaba el rock and roll.
El Tri fue fundado por Alex Lora, su nombre original era “Three Souls in My Mind,” y comenzaron allá por principios de los 70 como una banda de protesta underground; en ese momento, la música rock en México no se transmitía ampliamente, y una industria que apoyara el talento local no existía. A pesar de estas barreras, ganaron gran popularidad. En los 80, decidieron cambiar su nombre a “El Tri,” abreviatura de Three (como un paisano pronunciaría Three). El cambio de nombre vino como parte del avance de Comrock, un sello discográfico capaz de poner a las bandas de rock mexicanas en el mapa. Su primer álbum fue “Simplemente.” El álbum es ahora un hito de la época y contiene algunas de sus canciones más icónicas.
"Simplemente" fue lanzado en 1984. Este álbum marcó un punto significativo en la evolución de la banda, mostrando su mezcla de rock y blues con letras de conciencia social. "Simplemente" presenta algunas de las canciones más icónicas de El Tri, incluyendo "Triste Canción," un lamento por el amor perdido, "San Juanico," una canción de protesta que expone la falta de protección del gobierno hacia sus ciudadanos, y muchas otras. "Metro Balderas," que pinta un cuadro vívido de la vida en la Ciudad de México, era mi canción - había entrado y salido de esa estación del metro innumerables veces. El álbum captura la energía cruda y el espíritu rebelde de El Tri, consolidando su estatus como pioneros en la escena del rock mexicano.
El Tri ha seguido representando el rock mexicano alrededor del mundo, ganando su lugar para abrir para los Rolling Stones la primera vez que tocaron en México. Con más de 50 años de historia, la banda tiene más de 20 álbumes de estudio e innumerables clásicos. Para mi sorpresa, algunas de sus canciones se han convertido en himnos para los adolescentes en clubes nocturnos de todo el país. El punto culminante de la noche suele celebrarse con “Las Piedras Rodando” o “ADO.”
Esos veranos y días de universidad, pasados recorriendo cada rincón de la Ciudad de México, forjaron una relación entre la Ciudad y yo, y me dieron la confianza para moverme en el transporte público alrededor del mundo. La crudeza, la imprevisibilidad y la vida vibrante que encontré en esas calles reflejaban la esencia de "Simplemente" de El Tri. Al igual que el álbum, esas experiencias fueron una mezcla de realidad cruda y rebeldía apasionada. "Simplemente" era más que música; era parte de la banda sonora de mi juventud. Las poderosas letras y el sonido blusero de El Tri resonaban profundamente mientras navegaba por las bulliciosas avenidas y los callejones ocultos, las canciones icónicas del álbum sonaban en mi mente, recordándome que, en medio del caos y los desafíos, siempre había una canción que cantar y una historia que contar.
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